Error y ensayo

En los días de levante Raúl se acerca al espigón a dejarse salpicar por las bravas olas de noviembre. Sabe que no podrá escapar del reflejo añil de los ojos de hada de Laura...

El truco estaba en asumirlo. No lo entendió hasta que fue tarde. Se pasó la vida intentando demostrase a si mismo que era capaz de hacer algo medianamente bien. Y nunca pudo... ¿Para qué negar lo evidente durante más tiempo? Nonsense Ahora se consumía lenta y quedamente en aquella habitación turbia de un motel en Kansas.

Al fin lo había encontrado... La búsqueda había llegado a su fin  Pasaría allí el resto de sus días.

Se sirvió otra taza de té. Miró hacia la ventana que daba al rio y le pareció ver su cuaderno abierto. Hacía cerca de seis semanas que no enhebrada más de dos párrafos. Pero ayer después de discutir otra vez , quizás? No acababa de recordar con nitidez; los dos habían bebido más de la cuenta...

Musa solía venir a visitarlo  en las ocasionales tardes de lluvia de febrero. Se sentaba frente a él y se miraban en silencio durante horas con una taza de café entre ellos. Nunca hablaban, tan solo intercambiaban miradas esquivas o alguna leve inclinación de cejas, inadvertible al ojo humano. Sólo algunas veces, horas después de que ella lo dejara en silencio, encendía su portátil para continuar escribiendo esa novela que nunca nadie llegaría a leer.

Aquel sueño recurrente volvía a atormentarlo... Se veía en la cima de la torre Trump, vestido con un elegante traje italiano. Cuando al final daba el último impulso veía a lo lejos la luz de un precioso atardecer en Chicago. Y al llegar al suelo rebotaba y volvía a ascender en un bucle infinito...